Tras publicar veinte discos me he parado a preguntar a esta cosa que se llama cerebro si se han cumplido o no los objetivos. Bueno, en parte. El miedo a publicar determinadas cosas me ha capado bastante. Y así es como surge lo que será el próximo lanzamiento, Dark.
Se ha eliminado el miedo. Ese miedo que provocó la salida de tres discos, la serie Guggenheim, y que trató de ser una liberación. A mi parecer se consiguió. Pero ahora vamos a darle una vuelta de tuerca más al tema.
El confinamiento ha sido el caldo de cultivo de lo que próximamente se oirá. Esta vez no se han establecido límites. El miedo a la publicación de temas excesivamente paranoicos va a desaparecer para siempre. Esta colección de temas tiene que salir como sea. Y como yo me lo guiso y yo me lo como (y más sacando todas las publicaciones gratuitamente) vamos a procurar poner unas normas claras. La norma es que no hay norma.
Dark se viene gestando como un feto gigantesco. Saldrá la luz para sembrar el caos. Primero iban a ser dos discos, luego tres y ahora me planteo si acabarán siendo cuatro. Y yo que sé. Tampoco me planté una fecha determinada para publicar, y aunque el lanzamiento iba a ser a finales de agosto lo cierto es que las ideas siguen surgiendo. Ante esto, poco se puede hacer sino seguir grabando.
Pongamos como límite el fin de año. O quien sabe si dentro de una semana. No me hables ni me mires. Voy a engullirte y a sentir como te mueves mientras te deslizas por mi laringe.
Eso es DARK